Al caminar consideremos siempre el lugar desde donde hemos partido.
La senda,suele, cruzarse con otras y si no tenemos claro el comienzo talvez terminemos andando por senderos no aptos para nuestros pies descalzos.
La vía es especialmente,única,adaptada al andar del caminante, su suelo se acomoda al pie de quien lo transita...
Si acaso, vemos,sentimos que proliferan las llagas,las ulceras o las piedras hieren la carne,es sin duda por haber confundido,entre tantas bifurcaciones, el camino...
Muchos caminos marchan juntos,paralelos,son similares, tienen la misma dirección, aunque llevan en sí, la idea de nunca superponerse....